¿Existe el nombre perfecto?
Encontrar un nombre para la marca que sea capaz de diferenciarnos, capitalizar la ventaja competitiva, que sea fácil de recordar, que se asocie a la categoría y que pueda ser entendido en varios idiomas sin connotaciones negativas puede ser más complicado de lo que se pensaba.
Lo importante de esto, es que el nombre es el valor que recoge todos los significados de la marca, la suma de todo lo que se hace y se proyecta. Una marca, se construye con el tiempo.
A la hora de escoger un nombre influye la disposición con la que se cuenta ya que para representar una marca, unos pueden evocar estatus Rolex y otros una idea Apple. Lo importante es como dotamos de contenido y significado el nombre de marca.
No es cuestión de encontrar el nombre perfecto, sino, hacer que sea el nombre perfecto. Firefox, Orange contemplaron nombres que a muchos de nosotros en ese momento no los proyectábamos como útiles para una marca.
El contar con un nombre memorable y con significado en el tiempo es solo un 70% del reto cumplido. A ese porcentaje se debe de sumar las experiencias que se desean crear bajo ese nombre.
En fin, vivimos rodeados de mitos tan es así, que los profesionales en branding dicen que el mito es un objeto de cultura; nuestra cultura nos dice quiénes somos a nivel social o colectivo.